Inmersiones

Con un clima suave y 300 días de sol al año, cuenta con numerosos reconocimientos por la claridad de sus aguas y la calidad de su playa. Además, La Herradura, permite practicar el buceo en cualquier estación y, flanqueada por dos macizos rocosos en sus extremos, siempre mantiene alguna pared al resguardo del viento, las corrientes y las mareas, a la que podemos ir a bucear al margen de las condiciones de la mar.

En su punta occidental se sitúa el Paraje Natural Protegido de Maro-Cerro Gordo, zona prohibida para la pesca y colmada de hábitats de fauna y flora marinas, de tamaños desde mediano hasta microscópico.

Su punta oriental, Punta de la Mona, la comparte con la playa de Marina del Este, repleta de puntos de inmersión y catalogada como Zona de Especial Conservación.

Las inmersiones de La Herradura son, principalmente, paredes de roca, secas y fondos de arena-cascajo. Las profundidades varían desde los 10-15 m hasta los más de 50 que alcanza la Punta de la Mona, lo que la convierte en una zona perfecta para satisfacer a principiantes y buceadores expertos, con formación recreativa o, también, técnica.

En nuestros fondos conviven brótolas, pulpos, congrios, rascacios, espirógrafos, cerianthus, corales, gorgonias, meros, abadejos, lenguados, sepias, tembladeras, morenas, delfines y esas fascinantes especies prehistóricas, peces luna (mola-mola), entre otros. Además, es una zona internacionalmente conocida por su gran variedad de nudibranquios.